16.8.06

Primera Sesión

La pura verdad del ser es pura verdura que perdura a lo ancho del tiempo como un resorte estirado de un lado y del otro fijo al piso.
La pura paciencia de la ciencia que declina ante la invocación en boca del lobo y por fin yo yóstico de angular dimensión supina. Si, Yo Superyo inflado renombrado afirmado y negado insistido hasta que carezca de importancia. Decir yo hasta el punto en que decirlo deje de tener importancia interpretativa. Olvido de la radiografía del ICC, carisma careciente de conciente. Soy todo memoria, soy nada, soy.
Me olvidaré de tales lapsus que marcan un deseo entreverado con la verdad pura pura verdura insisto: zanahoria ya que es fálico dicen, y mienten. Decir la verdad aún cuando la voluta voluntad la niegue, y leerla escucharla es lo mismo que inventarla, señor. Pero, ¡qué digo! si la misma cima, el vértice del prisma aleph en el borde del diván, manual en mano, oreja abierta, voyeur dispuesto. Tus nalguitas quiero que abras y no tu ICC. Tu conchita quiero oír palpitar y no tus lapsus pequeña problemática devuelta del colegio, tu maestra también que venga que tengo mucho que escucharle che.
Tengo la sala solo para ti. Para que vengas a estirarte a contarme la verdad de tus contactos epidérmicos, olvidados relegados depositados en el oscuro rincón de una noche que yo yo sólo yo puedo hacer regresar. Ven y te abriré el cielo para que de él caigan grandes pijas y te remonten a 200 Km sobre hora. Pijas de gran cilindrada y registro orientalísimo. Rumorearemos la costa de tus pecados concebidos montados y a grandes velocidades recordatorias. Miraremos fotos donde sonríes con tu amiga o tu primita. Ella tiene que ver con el Ello. Te lo pide, te lo reclama, ábreme tu corazón salvaje tu razón motor tu profundo yo underscore under undo mi oreja en ese corazón oculto que palpita mi pito. Morir en tu verdad, yo ya estaba en tu vida cretina porque las razones enrulan tus pezones como botones. Eso muestras, pero no es suficiente, sigue abriendo querida sigue negando que negando me abrirás el corazón tuyo. Sigue cerrando las puertas que mi tramontina desgarrará esa telaraña temporal. Y vuelve al colegio nena tráeme a tus compañeras enfermas y a tu maestra que ella sabe lo que yo sé que yo ya estaba en tu vida cretina.
La capilla donde te cierras te encierran y entierran junto con el demonio que fiestea tus ojazos trémulos a la hora del arrepentimiento fugaz porque la calle te tentará y volverás a la sala que sólo para ti tengo. Soy la escucha que te serrucha en silencio los pliegos de tu histeria. Galopamos nuevamente entre velados deseos. Ven a mi boca a devorarme con tu pura verdad y letal goce que te plazco y me places con tus rodillas que comienzan a caer del diván para mejor mostrar tu corazón razón de algunos desajustes. Estás lista alistada acostada herrumbrada de tanto esperar con tus apenas años de pena. Aquí nena yace tu felicidad, dentro de este centro que te propongo con mi silencio elongado de nervios. Babeo, pero nadie se da cuenta de nada o nada de esta baba cuenta.

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